Dentro de la gran cantidad de gestiones que hay que hacer durante un proceso de divorcio encontramos el cambio de titular de los contratos de energía o agua. En este sentido, la persona que se quede en la vivienda tendrá que asumir la responsabilidad de los suministros.

 

Durante este artículo te contamos cómo realizar un cambio de titular en energía o agua.

 

 

Cambio de titular en energía tras divorcio

 

Cómo realizar un cambio del titular de electricidad y gas natural tras un divorcio es algo que mucha gente desconoce o que considera que se puede realizar de manera sencilla.

 

Esta gestión es necesaria puesto que eximirá al cónyuge que no permanezca en la vivienda de cualquier obligación y/o responsabilidad sobre los suministros. La persona que continúe viviendo en el domicilio deberá ser el titular de los contratos.

 

Al realizar un cambio de titular tenemos dos opciones: realizarlo con nuestra compañía actual o bien realizar un cambio de titular con cambio de compañía. Siempre que se vaya a hacer una modificación en la tarifa de energía es recomendable realizar una comparativa para ver si existe alguna tarifa que nos ofrezca mejores condiciones que las que tenemos en la actualidad.

 

Indiferentemente del tipo de cambio de titular que se vaya a realizar, deberá ser el nuevo titular el que haga la gestión y la compañía comercializadora nos solicitará cierta información para realizar el cambio de titular:

 

  • Datos personales y de contacto tanto del anterior como del nuevo titular
  • Dirección exacta del punto de suministro: es importante tener una factura delante puesto que, en ocasiones, la dirección de la distribuidora no coincide con la dirección postal.
  • Número CUPS: el Código Unificado del Punto de Suministro es como el DNI de la vivienda. Se puede encontrar en la factura.
  • Número de cuenta bancaria: para la domiciliación de los recibos.
  • Suministro de electricidad: se debe indicar la potencia contratada en el suministro, así como la nueva potencia si se quiere realizar un cambio.
  • Suministro de gas natural: se debe informar sobre la tarifa o el peaje de acceso de la vivienda, que será de 3.1 o 3.2.

 

 

 

Cambio de titularidad del agua

 

Al realizar un cambio de titular del agua no se puede realizar un cambio de compañía. Esto se debe a que el mercado del agua no está liberalizado, sino que es una única compañía la que se encarga de una zona en concreto. Por ello, para realizar un cambio de titular en el agua deberemos hablar con la compañía que gestiona esto en nuestra zona.

 

El cambio de titular se puede realizar de manera física en una oficina o bien a través de la página web. De la misma manera que en la energía, tras un divorcio, la persona que siga residiendo en la vivienda deberá ser la titular del contrato de agua.

 

El que será el nuevo titular deberá presentar cierta información y documentación para realizar el trámite:

 

  • Impreso de cambio de titularidad: este documento se puede descargar desde la web o bien se puede rellenar de manera presencial en la oficina. El documento deberá ir firmado tanto por el antiguo como por el nuevo titular. Fotocopia de un documento en el que se acredite el derecho al uso de la vivienda del que va a ser el nuevo titular, por ejemplo la escritura, una nota simple del registro, el contrato de alquiler o el último recibo del IBI.
  • Fotocopia del DNI o NIE, de todos los firmantes del impreso: es decir, documento de identidad oficial del anterior y el nuevo titular.
  • Lectura del contador.

Domiciliación bancaria: si se quieren domiciliar los recibos.

Tu divorcio y los trámites vía internet, menos preocupaciones y más agilidad

 

 

Gracias al uso de la tecnología e internet, el divorcio ya no tiene que ser un proceso engorroso, eterno ni costoso. Con la buena voluntad de las dos partes involucradas, es posible tramitar un divorcio exprés sin necesidad de verse en persona. Sí, así como lo lees, ya que, con el uso de las herramientas adecuadas y el apoyo de un equipo de profesionales capacitados, podrás gestionar tu divorcio a través de internet.

Esto, por supuesto, brinda innumerables ventajas, siendo el ahorro de tiempo y dinero dos de las más importante.

 

Realiza tus gestiones de divorcio de manera rápida a través de internet

Para realizar un divorcio a través de internet, lo único que vas a necesitar es tener contratados los servicios de Movistar, Vodafone o cualquier otra operadora de telecomunicaciones. Lo más aconsejable es utilizador un comparador para saber si las tarifas de Movistar son más económicas o más caras que las de Yoigo o MásMóvil, por ejemplo.

Así, desde la comodidad de tu casa, podrás contactar a un equipo de abogados profesionales que será puesto a tu servicio para ayudarte a tramitar el divorcio en el menor tiempo posible. De esta manera, no hará falta que entres en contacto con tu anterior pareja, ya que todo se hará de forma digital y con la mayor discrecionalidad del caso.

Trámites para realizar después del divorcio: cambio de titular y más

Al realizar el divorcio de manera digital, tendrás la oportunidad de aprovechar mejor el tiempo para dedicarlo a otras actividades complementarias del proceso de separación.

En este sentido, es importante recordar que, al momento de formalizar la separación con tu expareja, tendrás que estar atento a realizar el cambio de titular de los contratos energéticos.

Si tienes alguna duda sobre cómo cambiar el titular con Endesa puedes seguir el siguiente enlace: https://www.tarifasenergia.com/cambio-titular-luz/endesa/.

Ventajas que ofrece tramitar el divorcio a través de internet

¿Te sientes algo inseguro sobre las posibilidades de tramitar tu divorcio a través de internet? No te preocupes. Es normal que podamos mostrar resistencias a realizar algunos procedimientos de manera novedosa. Lo más importante aquí es aclarar que los divorcios a través de internet son completamente legales y seguros.

Pero, además de esto, también ofrecen otra serie de ventajas que vale la pena mencionar:

  • En primer lugar, los servicios online ahorran tiempo, ya que las partes involucradas no tendrán que estarse reuniendo presencialmente para avanzar en los acuerdos.
  • A su vez, los servicios online ahorran dinero en tanto no hará falta cubrir costes de traslados ni papeleos excesivos o innecesarios.
  • Por otra parte, como la separación genera un cúmulo de sentimientos encontrados, la posibilidad de adelantar los acuerdos sin estar en contacto con tu expareja se presenta como una ventaja para todas las partes.
  • Divorciarte de manera online no significa hacerlo en condiciones desventajosas. Al contrario, contarás siempre con el apoyo de un grupo de abogados profesionales que te estarán acompañando y aconsejando a cada paso del proceso.

Como verás, el divorcio online tiene muchas ventajas para ofrecer, así que, si te encuentras en la necesidad de adelantar la separación legal con tu pareja y no pueden coordinar los encuentros presenciales, esta será una alternativa eficiente para todas las partes involucradas.

Además, aquí te dejamos unos consejos para superar el divorcio, ya que la salud mental debe anteponerse al aspecto económico.

¿Qué hacer con los contratos de la vivienda tras un divorcio?

El divorcio nunca es un plato de buen gusto para una pareja, incluso cuando es la resolución que mejor viene a los dos cónyuges. Y es que cuando se ha puesto toda la ilusión en un proyecto de pareja o de familia pero se acaba rompiendo, son muchos los sentimientos que aparecen. Por eso es muy importante que las dos personas traten de llevar esta ruptura de la mejor forma posible; no obstante, para conseguir llevar a cabo este proceso a todas luces traumático es importante saber organizarse bien con todo el papeleo, especialmente en todo lo que tiene que ver con los contratos de la vivienda.

 

Los contratos energéticos

 

Una de las gestiones más importantes que hay que hacer es gestionar tus contratos energéticos y los del agua. Si la persona que se queda viviendo en el hogar familiar tiene los suministros puestos a su nombre no habrá que hacer nada; si, por el contrario, no es así, habrá que hacer un cambio de titular de la luz así como un cambio de titular del gas natural lo antes posible. Por supuesto, el cambio de titular de la luz y el gas es una gestión que es siempre gratuita. En todo caso, hay parejas que deciden no hacer este trámite a pesar de que es recomendable hacerlo. ¿Y por qué, te preguntarás? Porque siempre la persona que figure como titular va a ser la responsable de todo lo que tenga que ver en el contrato, aunque no viva en el hogar; entonces, si hay algún problema va a ser quién tenga que responder.

 

Además, en caso de que se quiera cambiar la potencia contratada con cualquier comercializadora (tanto Endesa, como Iberdrola, como el resto de comercializadoras) el inquilino no lo podrá efectuar si no es el titular. Tampoco se podrá cambiar de tarifa si no es el titular, ni con endesa ni con ninguna otra. Así pues, asegúrate de que has hecho el cambio de titular antes de solicitar el cambio de potencia contratada o cualquier otro trámite tras tu divorcio. Por supuesto, todas estas condiciones son idénticas en todas las comercializadoras, así no importa si estás en Holaluz o Iberdrola, siempre es imprescindible tener los contratos a tu nombre.

 

¿Y qué ocurre con los contratos de alquiler o de propiedad? 

 

Si la vivienda fue comprada con anterioridad por uno de los cónyuges, será este el que se quede con la vivienda; si se compró durante el matrimonio y es propiedad de los dos, podrá dividirse la propiedad de la vivienda entre las partes, aunque es posible que – sobre todo en el caso de que haya hijos – quién se quede a residir en la vivienda sea el miembro más desfavorecido. También es posible que la propiedad de la vivienda pase a ser de solo uno de los dos miembros porque sea el más favorecido. Para que todo esto se desarrolle en las mejores condiciones, siempre será mejor llegar a un acuerdo entre las partes pero… ¿cómo conseguirlo? Aquí te dejamos una serie de consejos.

Remediación Familiar…

Cuando proponemos desde nuestro equipo acudir a mediación familiar, lo hacemos en el convencimiento de que cuando falla la comunicación, podemos ganar mucho incluyendo en los puentes que se nos han roto, parches especializados en reparar, aunque sea provisionalmente, el camino y que el tráfico pueda llegar a buen puerto.

Una relación de pareja que se termina no es el final de las vidas de cada uno como individuo. Como abogado familiar me gustaría no tener trabajo. Como persona, menos. Como ser humano que es consciente de que el mundo por desgracia no es el ideal que nos venden las películas infantiles, sé que mi trabajo es necesario.

Mezclando las tres afirmaciones anteriores: abogado familiar, persona y ser humano, me encuentro con divorfacil. Ayudamos a los que merecen ayuda, e intentamos ayudar a los que creemos que pueden necesitar esa ayuda.

Mediación familiar no es la panacea ni es una varita mágica o pastilla milagrosa que hace que el problema se evapore. Mediación familiar no es terapia de pareja. Mediación familiar es reconstruir los puentes de comunicación para cerrar nuestro capitulo de pareja respetándonos a nosotros mismos, y para respetarnos a nosotros mismos debemos ser capaces de respetar a la que ha sido nuestra pareja. Si falla el respeto, falla todo lo demás y todo se va a la mierda.

Pocas veces el rencor es buen consejero. Cuando alguien se va dando un portazo, esa puerta queda herméticamente cerrada, y si el día de mañana tenemos que volver a abrirla, aunque sólo sea para pedir un pedacito de pan porque la suerte no nos haya sonreído, será muy difícil que el hermetismo se rompa y pueda abrirse mínimamente.

Si tenemos hijos, en el futuro siempre tendremos algún motivo que no sea pedir para llamar a esa puerta… La cordialidad fluye desde el respeto.

Como ayudar a nuestro hijo a afrontar el divorcio

María Velasco Ghisleri. Psiquiatra infantojuvenil, nos habla sobre cómo ayudar a nuestro hijo a afrontar un divorcio.

 

Lo primero que tienen que plantearse los padres es como van a hacer con el tema de la custodia. Depende de la edad de los niños. No es recomendable la custodia compartida con niños menores de 1 año, puesto que en esa edad los niños necesitan más de la madre. A partir del año y medio los padres empiezan a tener más importancia y se puede empezar a hablar de una custodia compartida.

Los primeros sentimientos que tienen los padres en el momento del divorcio (la rabia, frustración,….) van desapareciendo con el tiempo, sin embargo la actitud de los padres con respecto a los niños va a quedar reflejado en los niños, por eso es recomendable que los padres sepan controlarse delante de los niños.

En general los niños se sienten culpables de la separación, piensan que cuando se ha portado mal, no han hecho los deberes,… sus padres discuten de como regañarles y castigarles, pensando que son los causantes de esa situación. Y que por lo tanto también se sienten responsables de volver a unir a los padres. Hay niños que pueden llegar a enfermar para unir a los padres en el hospital, manteniendo siempre la esperanza de que vuelvan a estar juntos.

Hay que hacerles entender que mamá y papá ya no se quieren como antes, que este cambio es bueno para la convivencia, que ya lo entenderán más adelante, que ellos no tienen nada que ver para intentar protegerles en ese sentido… Es bueno preguntarles de vez en cuando cómo se sienten, qué es lo que piensan de porqué nos separamos y por supuesto no frustrarles: mamá y papá no van a volver a estar juntos, no tiene nada que ver contigo, ya lo entenderás cuando seas mayor, pero sobre todo repetirles que papá y mamá no van a volver a estar juntos.

Los niños tienen que aprender a afrontar que el divorcio de los padres es su divorcio, depende solo de ellos, de los padres, que no está en sus manos ni arreglarlo, ni es suya la culpa, y sobre todo hablar con ellos de cómo se sienten en cada momento y acompañarles en este proceso.

Divorcio – Cuentos para niños.

Muchas veces observamos en nuestros hijos que a raíz de un hecho en concreto, sus reacciones o su mundo al completo cambia. Los niños saben adaptarse a cualquier situación mucho mejor que los adultos, pero eso no significa que no debamos ayudarles a comprender en qué ha cambiado la situación a raíz de un divorcio. Este vídeo que hemos encontrado en YouTube, nos hace un resumen de aquellos libros y cuentos que podemos necesitar para ayudarles en la transición. Recomendable 100%.

Con estos cuentos para niños, podemos ayudar a nuestros hijos a superar el proceso de separación o divorcio de sus padres.

La bibliografía que se cita en el vídeo es la siguiente:

  • Meabe, M. y Mitxelena, J. (2003). Vivo en dos casas…. ¿y qué? Bilbao: Asociados

Hace hincapié en las ventajas que tiene vivir en dos casas tras la separación.

  • Baumbach, M. (2006). Los fines de semana veo a papá. Barcelona: Juventud.

Aborda el proceso de separación de los padres desde la visión infantil.

  • Krause, U. ¿Cuándo se irán estos? Barcelona: Juventud.

Es un libro divertido, que acerca a los niños la recomposición familiar.

  • Francotte,P. (2008). ¡Vaya lío de familia! Barcelona: La Galera.

Cuenta la vida de un niño tras la separación de sus padres.

  • Johnston, J.R. Cuentos para enseñar a tus hijos a entender el divorcio. Barcelona: Paidós.
  • Pomés J. (2004). Simón: días sin cole. Barcelona: Tusquets.

Aborda el tema con naturalidad y con ilustraciones sencillas.

  • González, N. (2009). La novia de papá también me quiere. Bilbao: Fortiori.

Expresa lo que sienten los hijos cuando uno de sus padres tiene una nueva pareja.

  • Moore- Mallinos, J. (2004). Cuando mis padres se olvidaron de ser amigos. Barcelona: Gemser.

Recopila la preocupación de los niños ante la separación y/o divorcio.

  • Caballero, G. (2013). Carlota es feliz. Caballera.

Muestra a los niños y niñas la realidad familiar con la que se van a enfrentar.

  • Redondo, C. y Gómez, C. (2008). Los juegos de Berta. Madrid: CEAPA.

Narra la historia de una niña sobreprotegida por su padre tras la ruptura.

  • Lamblin, C. (2002). Los padres de Sara se separan. Madrid: Edelvives.

Cuenta la historia de una niña que sufre por las discusiones entre sus padres.

  • Barragués, S. y Cecilia, C.J. (2007). El mar de rayas. Bilbao: A fortiori.

Explica de forma amena y divertida la separación de los padres en los primeros momentos de la ruptura.

  • Klamburg, L. (2011). Estoy triste, mis padres se separan. Barcelona: Bellatera.

Es un libro que ayuda a los niños a expresar las emociones y pedir ayuda.

  • Cole, B. (1997). Todo doble o cómo divorciarse con buen humor. Barcelona: Destino.

Muestra a los niños el divorcio como una alternativa a los conflictos.

  • Menéndez, E. (2009).Cuando mamá y papá se separan. Madrid: San Pablo.

Ofrece consejos para sobreponerse ante los cambios.

 

Los niños son lo más importante y debemos tener recursos para ayudarles.

¡Quiero el divorcio!.

Cuando nos planteamos confiar en decir a nuestra pareja “quiero el divorcio“, está claro que, en principio, ambas personas en la pareja saben que hay algo que no funciona entre ellos. El cariño, el respeto y la confianza entre ambos deben prevalecer siempre.

Una familia no es una empresa, y como tal, así debemos enfrentarnos a esta decisión. ¿Por qué decimos esto? Sencillo, cuando afrontas una situación de este tipo, debes tener claro que no estás despidiendo a un empleado. Puede parecer muy bestia esta precisión, pero lo que está claro es que hay más de uno y más de una que equiparan estas situaciones.

Dicho esto primero, debemos, desde el respeto, tratar de dejar fuera de la negociación que vendrá sobre los aspectos eminentemente materiales. Aquí, debemos ser realistas y afrontar la situación con la madurez suficiente que merecemos y que merece nuestra futura expareja.

Si tenemos hijos, no debemos mezclar nunca las cuestiones relativas a los menores con las cuestiones económicas del patrimonio familiar. Recordemos que nos estamos separando o divorciando de nuestra pareja, no de nuestros hijos.

Pero volviendo al tema de la entrada, consejos a la hora de decir quiero el divorcio, podemos destacar los siguientes factores:

  • Sinceridad. No hay que disfrazar la verdad, ni camuflarla a través de mentiras que tarde o temprano saldrán a la luz. En cualquier caso, si hay terceras personas que van a formar parte del ámbito futuro de la familia que cambia de situación, lo procedente es ir introduciéndoles poco a poco, sobre todo si existen menores, para no generar un estrés mayor del requerido en una situación tan traumática.
  • Madurez. La decisión, una vez que se ha tomado, debe ser lo suficientemente madura como para, en principio, perdurar en el tiempo. Decir quiero el divorcio de manera reiterada en el tiempo, acompañado de reconciliaciones en periodos más o menos prefijados, abocan en principio a cualquier relación al fracaso.
  • Empatía. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. A la hora de decir quiero el divorcio, no debemos ser egoístas y buscar autocomplacernos. Por el propio respeto que le debemos (incluso jurídicamente) a nuestro cónyuge, debemos ser capaces de ponernos en su lugar y tratar de no hacerle las cosas más complejas de lo que de por sí ya son.

Si combinamos estas tres características a nuestro discurso, si bien no garantizamos un resultado amistoso, sí estaremos más cerca de lograrlo que si aplicamos lo contrario.

¿Conoces alguna forma perfecta de decir quiero el divorcio? Compártela con nosotros en nuestro Facebook.

 

Un caso muy reciente me ha hecho reflexionar acerca de los motivos que nos llevan a contraer matrimonio… El primero y principal debemos defender que es el amor, pero de tan obvia y esperanzadora defensa, no debemos caer en la negligencia de olvidarnos del resto de motivos.

El negocio es la segunda causa más común que se nos puede venir a la cabeza, pero de tan devastadora y desesperanzadora afirmación en la conciencia de la raza humana, debemos pasar a otro de los motivos rápidamente, ya que, sin ser ajenos a la realidad de que hay personas que se casan por puro y simple negocio, suele ser evidente cuando nos encontramos en una de esas situaciones.

Los motivos que me llevan a escribir esta entrada, y a aligerar mi alma por haber somatizado un caso, son la reflexión de si debemos admitir como válidos los dos siguientes motivos, que muchas veces van de la mano.

Rutina y compasión.

Una pareja que tras muchos años de noviazgo, o convivencia, decide dar el paso de casarse, no está exenta de hacer la valoración emocional y jurídica sobre si realmente están preparados para contraer verdaderas nupcias. Es decir, y hablando en términos esta vez eclesiásticos, debe realizarse la valoración cognoscitiva acerca de las capacidades de cada uno a la hora de contraer. Esto en castellano significa que, si bien debemos ser consecuentes con nuestros propios actos, debemos valorar antes de contraer matrimonio si estamos verdaderamente capacitados para ello.

Hay que tener en cuenta que por mucho amor que nos tengamos, si no compartimos un proyecto de vida en común con la persona que nos debe acompañar durante el resto de nuestra vida (vocación de estabilidad y/o perpetuidad del matrimonio), ese matrimonio tiene sus días contados.

La rutina no puede ser un  motivo válido. Ya llevo unos años con esta persona, y lo que toca es casarnos. La presión social por acomodarse a las normas tampoco. ¿Y la boda para cuando?. Un matrimonio es una decisión personal de dos, y de nadie más. Por mucho que intervengan otros factores sociales o ambientales, la decisión de contraer es de dos, y ni siquiera de tres cuando hay hijos. De dos.

Si no lo quieres, difícilmente te podrás adaptar. Si no la deseas, difícilmente podrás convivir con ella. Así de sencillo. Pero los humanos nos gustan los desafíos, y luchamos contra nuestros propios principios.

La compasión a la hora de decidir un matrimonio, sólo generará más dolor en la otra parte. Si estás a tiempo de replantearte la situación, piensa si obligarías al otro a estar a tu lado sabiendo que no compartes con él más que el bagaje de lo vivido en común. El matrimonio no es cargar una mochila llena de bonitas fotos. El matrimonio es querer hacer fotos nuevas todos los días. Que cada día sea nuevo aunque sea rutinario. Como decía el otro, bonito eufemismo cuando no sabemos a quién citar, ¡bendita rutina!.

Ni siquiera los hijos deben convertirse en el motivo único del matrimonio. Unos hijos de unos padres separados que se llevan bien, estarán emocionalmente en mejor situación que los hijos de un matrimonio donde no hay amor, o los hijos de un matrimonio fracasado en el que una de las partes guarda un extraordinario rencor al otro.

Si te casas con el divorcio en la mente, déjaselo claro a tu pareja, pues algo tendrá que decir en el asunto que directamente le incumbe.

 

Es que las invitaciones ya están enviadas… DIVORCIO

Es que ya está publicado en Facebook… DIVORCIO

Es que cómo vamos a dar ese disgusto a la familia… DIVORCIO

Es que es lo que esperan que haga… DIVORCIO

 

Y en las que no sea así, hay que cambiar la palabra divorcio por la palabra sufrimiento de uno de los dos (cuando no de los dos).

¿No se lo podía haber planteado unos días antes de casarse, y no unos días después?.

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Hace tiempo que llevo queriendo retomar el proyecto del blog, y he de comprometerme a mantener actualizado el mismo. Lo intentaré. Todos los días hay noticias de divorcios, y sobre todo, de los “divordificil” de los famosos.

Los nuestros, los fáciles, los razonables, los de la gente de a pie que no salimos en la prensa, los de los que anteponemos a nuestros hijos a los intereses personales de cada uno, los de los que no tenemos grandes fortunas que repartir y por las que pelear, los de los que sabiendo que el divorcio siempre es malo intentamos hacer el menor daño posible, los de los que tratamos de encarar la vida con una sonrisa, los naranjas, los de los que tenemos miedo al mañana pero siempre miramos hacia delante, los del guiño con beso del WhatsApp, la flamenca bailando y los que añoramos poder poner que estamos de vacaciones… esos… esos que no salen en la noticia son la gran noticia.

Más de 3 de cada 4 divorcios en 2014 fueron de mutuo acuerdo. Ya hablé de ello, pero sin ser noticia sigue hablando de la cordura general. Para esos 3 de cada 4 trabajamos. A todos los que (muchos y cada vez más) habéis confiado en divorfacil, ¡gracias!. A los que nos vayáis a necesitar, ¡bienvenidos!.

Dentro de poco tendremos novedades. Estad atentos, porque nuestra filosofía sigue siendo la misma, pero nuestras herramientas y los recursos que podemos dedicar al proyecto cada vez son mejores. Os recuerdo que aunque divorfacil sea una empresa, nuestra filosofía es la de hacer lo mejor y más humano, al mejor precio. Esto quiere decir que si el trabajo lo hacéis vosotros, haciendo lo más difícil en un divorcio que es alcanzar un acuerdo, nosotros os recompensamos cobrándoos poco. Así de sencillo y así de complicado. La tabla de honorarios recomienda 1.500 € en Madrid y 800 € en Barcelona. Es siete veces más caro que nuestro procedimiento y cuatro veces más caro en el caso de Barcelona.

 

En algunas ocasiones, el mejor argumento para tratar de que los clientes lleguen a un acuerdo es imágenes tan representativas como ésta…

¡Un poco de humor nunca viene mal!

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